En la Haifa ocupada, la brigada participa en varios actos y reuniones.

Comenzamos con una exposición de obras de arte y resistencia de jóvenes palestinas. Preservar y expandir la cultura palestina es fundamental para cualquier pueblo en resistencia, especialmente en una lucha que abarca generaciones.

Con el centro legal Adalah (www.adalah.org) profundizamos en los instrumentos legislativos que el régimen israelí aplica para mantener un apartheid sistémico, a veces encubierto, pero en general muy evidente, contra los palestinos con ciudadanía israelí.

Dentro del «territorio» de Israel, hoy tienen ciudadanía israelí 2 millones de personas indígenas palestinas que los sionistas no consiguieron expulsar en 1948, y que el régimen se vio obligado a darles ciudadanía tras tenerles 20 años sometidos a jurisdicción militar, tal cual hoy aplica a los indígenas de Gaza y Cisjordania .

A pesar de su presunta ciudadanía israelí, estos dos millones de palestinos israelíes (21% de la población total del régimen) se encuentran en el escalón más bajo de la racista sociedad colona, con más de 60 leyes de discriminación directa, junto a otros mecanismos más sofisticados de segregación, pese a que su pasaporte israelí da la fachada internacional de presunta igualdad y democracia en Israel.

También nos reunimos con veteranos judíos antisionistas. Cuentan con una larguísima historia de lucha, mano a mano, con los indígenas por la descolonización del territorio palestino, y a todos los efectos los propios indígenas les consideran, no aliados, sino como si fueran también palestinos.